Verte llegar, hasta aquí, ha
sido mi gran anhelo durante todo este tiempo indeterminado, vasto e
incalculable. Tan sólo pensar en su extensión me estremece. Mas cuando
olvidamos nuestros anhelos y sepultamos nuestros dolores acabas por arribar, o
lo he hecho yo, y nos fundimos el uno con el otro en una amalgama tan bella por
fuera como por dentro. Sí… tan prístina esencia acaba por golpear cualquier
cimiento o columna instalada con celo o sin él y termina por demostrar que
cualquiera de esos, fantasmas, no son más que espantapájaros ataviados. No
olvides a los pájaros, son tus alas.
Milton Delordo