Me hacés sentir que no te merezco. Que todo lo tuyo, en su inmensidad, me queda grande. Me hacés imaginarte infalible, tan perfecta que a tu lado simularía insignificancia. Fuera de toda prisa, con un poco de conciencia limpia, te imagino ilusionándote. Te imagino queriendo bajar de aquella altura de reyes para venir conmigo y conocer algo más que el amor.
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